Las herramientas informáticas con las que contamos los decoradores hoy en día, nos permiten recrear los ambientes que diseñamos con gran realismo y calidad casi fotográfica. Programas de diseño 3D con imponentes motores para renderizados, consiguen que a veces sea difícil distinguir entre ambiente real o ficticio.
Declarándome a favor de estos grandes avances que nos facilitan y aceleran el trabajo, quiero rendir un pequeño homenaje a esas otras herramientas, las tradicionales: lápiz, góma, pinceles, acuarelas, papel y escalímetro. Sólo con estos elementos, los diseñadores hemos bocetado y representado perspectivas de los interiores que imaginábamos para nuestros clientes.
Personalmente, creo tanto en la calidez del dibujo hecho a mano, como en la mejor de las infografías y pienso que un buen diseñador de interiores debe saber transmitir sus ideas de la mejor manera posible, valiéndose para ello de todos los recursos disponibles a su alcance.
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