Recientemente contactó conmigo un joven matrimonio que quería que les proyectase el nuevo amueblamiento de su vivienda. Se trata de un apartamento en primera línea de playa, con gran cantidad de luz natural y pequeñas dimensiones. Comencé con el diseño del salón-comedor. La decoración anterior se basaba en los colores marineros por excelencia: azul, blanco, rojo. He querido dar un aire mas actual y personal, para lo cual he optado por ampliar visualmente el espacio con el color blanco en paredes y techo y en la mayoría de los muebles. Se ha cambiado el anterior suelo cerámico por una tarima en tonos cálidos. Sólo rompe la monotonía de los neutros el color de los líbros de la estantería y los textiles de los cojines, tonos que buscan dar la réplica a los colores de los dos lienzos protagonistas en la pared del sofá. Para la iluminación, diferentes puntos de luz indirecta crearán atmósferas íntimas y acogedoras, combinables entre si, mientras que se aprovechan los puntos de luz del techo para colocar dos lámparas gemelas como iluminación general.
